Elon Musk promete “hacer temblar el sistema” tras ser nombrado por Trump para su Gobierno

Elon Musk ya tiene su cargo. Dirigirá el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de una reforma “drástica” de la Administración, junto al empresario Vivek Ramaswamy. El hombre más rico del mundo no se anda con chiquitas. “Esto hará temblar el sistema y a todos los implicados en el despilfarro gubernamental, que son muchos”, declaró tras el anuncio por parte del presidente electo, Donald Trump.

“Me complace anunciar que el Gran Elon Musk, en colaboración con el patriota estadounidense Vivek Ramaswamy, dirigirá el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Juntos, estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi Administración desmantele la burocracia gubernamental, reduzca drásticamente el exceso de regulaciones, recorte los gastos superfluos y reestructure las agencias federales, algo esencial para el movimiento Save America”, ha anunciado Trump a través de un comunicado.

“Necesitamos el Departamento de Eficiencia Gubernamental”, dijo Musk en uno de sus mítines, subrayando sus siglas en inglés, DOGE, un guiño a Dogecoin, la criptodivisa derivada de bitcoin que usa un perro como mascota y que de algún modo él apadrina. “DOGE en una placa de bronce. Va a ser increíble”, añadió antes de reconocer que sus planes implican despidos masivos de funcionarios.

Su puesto le dará de alguna forma poder sobre los reguladores que considera que están frenando el desarrollo de Tesla y de SpaceX, su empresa de cohetes y satélites. El DOGE tiene como objetivo evitar el exceso de regulaciones. Eso puede favorecerle tanto en el desarrollo de sus coches autónomos (donde ha tenido choques con las autoridades actuales) como en el lanzamiento de sus cohetes. De alguna forma, puede convertirse en el regulador ―o desregulador― de los reguladores. En una conferencia con analistas de presentación de los resultados de Tesla, dejó claro que se favorecerá a sí mismo creando una vía más sencilla para la aprobación federal de los vehículos autónomos en lugar de las complicadas normativas estatales que existen ahora. Las acciones de la empresa de coches eléctricos se han disparado en Bolsa tras la victoria de Trump y la empresa ha superado el billón de dólares de capitalización por primera vez desde 2022. Mientras, sus compañías seguirán teniendo jugosos contratos con la Administración.

Vivek Ramaswamy se presentó sin éxito a las primarias presidenciales republicanas. Desde el principio interpretó el papel de trumpista milenial, entregado a las políticas del expresidente. Cuando se retiró, le dio su apoyo cerrado. Estuvo aspirando a un cargo en el Gobierno de Trump y tratando de hacer méritos para ello. Es partidario de despidos masivos de funcionarios y de recortes drásticos del gasto público.

Musk ha sido uno de los protagonistas inesperados de la campaña de las presidenciales. Ya en mayo se supo que Trump contaba con él para su equipo si este ganaba las elecciones. Más adelante, el propio candidato confirmó que le encargaría una reforma “drástica” de la Administración si resultaba elegido. Incluso en la junta de accionistas de Tesla de junio, Musk habló de su relación con el republicano, y de cómo le llamaba a veces. “Me llama sin motivo. No sé por qué, pero lo hace”, dijo.

El magnate nacido en Sudáfrica donó en el tercer trimestre 75 millones de dólares (70 millones de euros) a una organización creada por él mismo, America PAC, para impulsar la campaña de Trump, aunque luego la cuenta superó los 120 millones. Pidió abiertamente el voto para Trump tras el intento de asesinato en Butler (Pensilvania). En ese mismo lugar participó por primera vez en un mitin junto a él a un mes de las elecciones y se sumó sin rubor a sus bulos sobre inmigración, libertad de expresión y armas.

Musk continuó después haciendo campaña en solitario, especialmente en Pensilvania, con unos mítines en los que se mezclaba la política con los viajes a Marte. En uno de ellos se sacó de la chistera unos supuestos sorteos de un millón de dólares para votantes registrados que desataron polémica. El Departamento de Justicia le advirtió de que podían ser ilegales, pero hizo oídos sordos. El fiscal de Filadelfia presentó una demanda para pararlos sin éxito y los abogados de Musk reconocieron entonces que en realidad no eran al azar, sino que se elegía a los ganadores.

Fue tan activo en la búsqueda del voto para Trump y en la propagación de bulos que hasta el presidente, Joe Biden, se refirió a su supuesta condición temporal de inmigrante ilegal cuando era estudiante y se puso a trabajar sin visa para ello. Musk siguió haciendo campaña con Trump, incluido el mitin del Madison Square Garden, en Nueva York, y acompañó al republicano en la fiesta de celebración de su victoria electoral.

El magnate ha asegurado que mantendrá viva su organización política tras las elecciones. Se encargará de registrar votantes republicanos en distritos clave a lo largo y ancho del país para prepararse para las elecciones especiales y para las legislativas de mitad de mandato de Trump, a celebrar en noviembre de 2026, según ha anunciado en su red social, X. Además, también quiere desempeñar un papel significativo en las primarias, según ha añadido. Eso implicará apoyar a sus candidatos preferidos dentro del Partido Republicano.

FUENTE/ EL PAIS

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